Menaissance: El renacer de la moda masculina
En la actualidad los sectores moda y belleza han encontrado un nuevo y creciente mercado en el público masculino, que, gracias a una evolución de mentalidad, hoy en día goza y promueve la compra de ropa, accesorios y productos de belleza.
Todo comenzó tras la revolución francesa, y es que para esta época ocurre un acontecimiento al que J.C Flugel llamó la Gran Renuncia Masculina, momento en el que el hombre deja de lado toda ostentación en el vestir, motivado por una nueva ola laboral e intelectual, lo que propicia el nacimiento de los primeros uniformes de trabajo, y algunas de las piezas clave para el armario masculino como lo son el Frac, el esmoquin o el traje de vestir. Este estilo, que exalta la inteligencia y la capacidad de trabajo a través de conjuntos cómodos y sobrios, realizados en colores oscuros, se ubica inicialmente en Londres, ciudad que ve nacer el primer dandi, George Brummell ,y el primer distrito dedicado enteramente a la elaboración de sastrería masculina, Savile Row.
Los años sesenta, sin embargo, son el comienzo del fin. De la mano del hipismo y con el ascenso de Italia como capital del Dandi, el hombre vuelve a interesarse en la moda y la estética, seducido por una serie de tribus urbanas, que, derivadas de los gustos musicales y estilos de vida, le presentan un abanico de opciones para estilizarse y reinventarse: los mods, los punks, rockabilly, los glam, los disco o grunge; Además de ello, una creciente visibilidad e influencia del grupo LGBT, que han demostrado habilidades estéticas y gusto para vestir, ha influido el mercado del hombre vanidoso.
Gracias a ello, en la década de los 90, grandes marcas se lanzan a crear líneas masculinas, publicitadas en desfiles, revistas y eventos, que se ven catalizadas por la aparición de David Beckham, considerado el primer metrosexual, y representante de un grupo de futbolistas, que inspiran a los hombres de la época a adquirir un estilo de vida vanidoso y consumista, a que cuiden su estética y su forma de vestir. Desde entonces, la moda masculina ha ido feminizándose cada vez más, con lo que han nacido nuevos segmentos como el Ubersexual o el Lumbersexual, y nuevos términos, como el Menaissance, contracción de las palabras Men y Reinaissance, que nos habla de un renacer para el género.
Nunca antes en la historia la moda masculina había tenido tanta oferta, es un momento realmente emocionante y próspero para el sector, que se atreve cada vez con más estilos y productos creados para un público que disfruta el proceso y se quiere sentir en tendencia, un público en crecimiento que representa ya casi el 40% del sector moda en los países más desarrollados. Sabiendo la gran oportunidad que esto significa, que te parecería como marca, montarte en este tren de alta velocidad?