Design Thinking, qué es y para qué sirve?
Pues bueno, este mes, tuvimos la fortuna de irnos de viaje a España con dos propósitos: en primer lugar, tomar un curso intensivo de Design thinking en el IED de Barcelona, y, en segundo lugar, por supuesto, conocer la cultura y turistear por España y Portugal.
Decidimos aprovechar para estudiar, porque, como equipo, siempre existe la necesidad de aprender nuevas cosas y reinventarse a fin de ofrecer mejores servicios a nuestros clientes. Pues bien, nos llevamos la grata sorpresa de experimentar una semana increíble, junto a personas de diferentes nacionalidades e industrias, con quienes aprendimos el arte de estandarizar una metodología tan creativa como la del Diseño.
Como lo escuchan, pues bien, el Design thinking, así como muchos de estos nuevos nombres rimbombantes que han aparecido últimamente para designar nuevas metodologías, no es otra cosa que el proceso que utilizamos los diseñadores para la creación de cualquier nueva cosa o proyecto.
Lo que aporta una visión renovada del tema, es el hecho de haberlo transformado en una metodología sistemática, con un claro paso a paso, que le permite ser aplicada a cualquier proyecto y sector, dándole, además, un enfoque totalmente volcado a los usuarios como fuente principal de inspiración y parte activa del proceso creativo.
Con el concepto ya más claro, es ideal explorar un poco el paso a paso de este proceso para entenderlo mejor:
Empatiza con el consumidor: En lugar de comenzar a diseñar o elegir productos para comercializar, pensando en tu ingenio, imaginación o gusto, pon a tu cliente en el centro de todo. Tu principal fuente de información son las personas, conversa, interactúa y experimenta su estilo de vida a fin de conocerlas y entenderlas.
Identifica una situación a resolver: Ahora que conoces bien a tus posibles consumidores, es hora de ponerte en sus zapatos y plantearte situaciones de su día a día que quisieran mejorar. ¿Que necesitan, que puede facilitar su vida o su interacción con los diferentes entornos de su vida?
Propuesta de soluciones: Dado que el Design thinking se alimenta de la creatividad para generar ideas innovadoras, es importante que en este paso promuevas la participación activa de tu equipo. Puedes hacer lluvia de ideas y juegos que inviten a abrir la mente. Ten en cuenta que muchas veces la solución a un problema puede venir de donde menos se le espera.
Prototipado de modelos: En este paso es muy importante aclarar que no se trata de realizar ejemplares perfectos, si no de traer a la realidad y la vida práctica la idea que sea considerada como la más acertada. Asegúrate de que tu equipo la pruebe e interactue con ella, ya que lo más importante es certificar su usabilidad y viabilidad en el mundo real.
Testeo y evaluación de desempeño: Esta es la etapa “final” en la que el cliente podrá interactuar con el prototipo y darnos un feedback acerca de su desempeño. Es importante resaltar que no es un proceso estático, sino que es repetitivo y evolutivo, un ensayo/ error que nos permitirá ajustar cada vez más el producto o servicio a la expectativa del mercado.
Estamos experimentando un momento comercial en que el tiempo es oro, más para el lanzamiento de nuevos productos que nos pide un mercado hambriento. Es por ello, que esta metodología, claramente necesita una dinámica rápida que le permita una pronta evolución y desarrollo en su proceso de prueba y ajuste de cada prototipo.
Por último, los invitamos a que la apliquen y la implementen en sus organizaciones como un catalizador de la creatividad que no debe ser tomada tan en serio, si no como un laboratorio donde las mentes creativas confluyen y es un ambiente apto para la generación de nuevas ideas que deberán ser rápidamente prototipadas, testadas y ajustadas para responder a las necesidades del mercado.